Desde que su nuevo compañero empezó a trabajar en la oficina esta morena pelirroja no paraba de tener sueños húmedos con él por las noches. Sólo tenía tiempo para imaginarse la enorme polla negra que debía tener entre sus piernas, y no paró hasta conseguir sacarle el rabo de sus pantalones y hacerle una mamada hasta el fondo de su garganta.
Se había roto el tobillo al caerse por unas escaleras y esta madura estaba muy aburrida en el hospital, así que empezó a masturbarse para pasar el rato lo mejor posible. Cuando por fin llegó su marido de visita lo único que quería era coger su polla, así que esperó a que las enfermeras salieran de la habitación para hacerle una paja con sus manos y conseguir que se corriera en sus tetas.
La rubia madura del tercero era el sueño erótico de estos dos compañeros de piso, que siempre salían de fiesta juntos y estaban acostumbrados a compartir mujeres si hacía falta. Por eso cuando esta zorra les propuso de hacer un trío no tuvieron ningún problema entre ellos, ya que el coño peludo de esta milf era capaz de aguantar las embestidas de esos dos tíos hasta el final.
Cuando su novio le pidió que acompañara a su hijo a ver la futura ciudad donde iba a estudiar sabía que si aceptaba se iba a meter en problemas. Tenían que dormir solos un par de noches en la misma casa, y como esa madura es una guarra adicta al sexo no pudo evitar meterse en su cama mientras dormía para cogerle la polla.
Esta psicóloga trata en su consulta a muchos pacientes que son adictos al sexo, pero las terapias no siempre funcionan bien y los pacientes tienen recaídas. Muchas veces los enfermos están muy salidos porque llevan varios días sin follar, y entonces la doctora se ve obligada a hacerles una masturbación para que se corran y queden liberados de esa tensión sexual.
La vieja niñera llevaba muchos años viniendo a esta casa para cuidar al hijo pequeño cuando los padres tenían que salir, pero ahora ya había cumplido la mayoría de edad y era todo un hombre. Por eso cuando un día la pilló masturbándose en el sofá no se extrañó de que le quisiera meter mano, y ya de paso con su experiencia le enseñó todos los secretos del sexo a ese novato.
La mujer de la limpieza que vino ayer a mi casa era una latina culona con unas tetas increíbles, y como me parecía que era un poco guarra le ofrecí un dinero extra. Aceptó sin ningún problema trabajar desnuda para mí, y cuando vio que me estaba haciendo una paja mientras la miraba se excitó tanto que no dudó en cogerme la polla y cabalgar encima de ella.
A su esposa nunca le ha gustado eso de hacer mamadas porque le da un poco de asco, y como no tiene práctica por eso no ha aprendido la técnica necesaria para hacerlas. En cambio como su nueva secretaria parecía mucho más viciosa le pidió si le podía hacer una masturbación a cambio de dinero, y después de aceptar se quitó las bragas y le hizo correrse de gusto en pocos minutos.