El pervertido joven espía a la madre de su novia en la ducha
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Esta viuda viciosa no tenía fuerzas ni ganas para empezar una nueva relación con su edad, así que no le quedaba más remedio que gastarse el sueldo de la pensión si quería darse una alegría. La única forma que encontró de que le comieran su coño peludo fue pagando dinero a un joven estudiante por atreverse a practicar sexo con una abuela como ella.
Este jovencito adolescente tenía las hormonas muy alteradas y aunque se masturbaba cada día aún se excitaba con cualquier chica que veía en clase. Incluso en casa de un amigo se puso cachondo al ver a su abuela saliendo de la ducha en albornoz, hasta el punto de que intentó tocarle las tetas a esa vieja y acabó follando con ella.
El hecho de no tener marido desde hace varios años ha dejado muy triste a esta madura pelirroja, que estaba acostumbrada a la vida en pareja. Ya no se siente una mujer deseada como antes, y para intentar solucionarlo su familia le contrató un chico jovencito para que le diera un poco de alegría al coño peludo de esa madura necesitada.
La profesora de historia tuvo que castigar a un alumno después de clase porque había copiado en el examen, pero ella lo que necesitaba era una buena polla que le diese una alegría. Por eso la pervertida tetona le ofreció aprobarle la asignatura sin tener que estudiar, y lo único que tenía que hacer su estudiante era reventarle su coño peludo hasta que se corriera de placer.
La abuela se enteró de que su joven vecino trabajaba en un local donde organizaban despedidas de solteras, así que le ofreció dinero por cenar y pasar la noche en su casa. El chico se pensaba que esa vieja sólo quería hablar un rato para no sentirse sola, pero a esa pervertida madura no le van las citas románticas y aguantó durante más de media hora que le follaran su coño peludo.
Desde que su madre se separó no ha tenido relaciones sexuales con ningún hombre, y después de varios meses esa morena necesitaba un buen polvo para volver a la normalidad. Pero el chico no se esperaba que entrara en la habitación de invitados para cogerle la polla a su mejor amigo, que no tuvo más remedio que follarse a esa milf tetona de buena mañana.
La madre de su novia había cogido unos días de vacaciones en el trabajo, y como hacía tiempo que no los veía fue a pasar unos días con ellos. Mientras la suegra les ayudaba con las tareas del hogar el chico se iba obsesionando con sus enormes tetas, y el joven pervertido no paró hasta que la pudo ver desnuda en la ducha y le hizo una cuantas fotos con el móvil.
Esta abuela se había quedado viuda hace dos años, pero aunque había heredado mucho dinero de su marido se sentía sola en su mansión, y necesitaba darse una alegría después de tanto tiempo. Por eso aprovechó que estaba a solas en la piscina con un joven vecino para ofrecerle dinero a cambio de sexo, y pudo echar un gran polvo hasta que se corrieron en su cara.
Esta pelirroja madura empezó a hacer escenas porno porque al productor que le hizo el casting le daba mucho morbo su chocho sin depilar, y le pasaba lo mismo a los hombres que veían sus escenas. Ella estaba muy orgullosa de que su coño peludo tuviera tanto éxito, y además disfrutaba cuando los actores se corrían dentro y ella expulsaba todo el semen hasta que salía entre sus labios vaginales.
Esta abuela nunca había utilizado las aplicaciones de móvil para buscar citas sexuales, pero su coño peludo tenía hambre y aprendió a usarlas para encontrar hombres más jóvenes que le dieran lo que ella quería. La primera vez que quedó con un tío estaba un poco nerviosa y lo hizo en su casa, pero después de comprobar que así podía follar todos los días dejó de ligar en las discotecas para tener sexo con desconocidos.
El cámping había instalado un jacuzzi al lado del gimnasio para que los clientes se relajaran después de hacer ejercicio, y esta turista alemana se tapó con una toalla para estrenarlo el primer día. Como ya era tarde sólo quedaba un jovencito metido en el agua, pero esa vieja zorra tenía ganas de follar con él y se metió completamente desnuda para enseñarle su coño peludo, y acabaron echando un polvo tremendo aprovechando que nadie los podía pillar.
El trabajador social que iba a visitar a esta abuela cada semana notó que últimamente estaba más triste, y como le había cogido mucho cariño con el paso del tiempo estaba preocupado por ella. Pudo averiguar que era debido a que su único amigo había fallecido hace poco, y para que no se sintiera sola decidió darle un poco de cariño metiéndole los dedos por el coño.